viernes, 24 de octubre de 2008

Adherida a sus entrañas

Desde entonces no ha amado a nadie más. Unos dicen que se le agotó el amor de tanto usarlo, otros cuentan que ya se le olvidó cómo hacerlo, pero yo creo que su corazón está al completo, y que, cada noche, entre sollozos angustiosos, intenta arrancárselo para no sentir más, pero sus huellas quedaron tatuadas en su piel, y la llama que la mantiene viva está demasiado adentro.

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