miércoles, 10 de septiembre de 2008

El nombre

Acepté convertirme en vampiro porque me lo pidió con sus ojitos suplicantes, y ya se sabe, el amor lo puede todo. Acepté dormir en el ataúd, acepté sangre de animales que sólo tocarlos me repuganban, acepté no volver a ver la luz del día, acepté vivir eternamente e, incluso, acepté no vivir. Pero cuando me dijo que mi nombre no era el adecuado, que Víctor no era un nombre de vampiro y que debía cambiarlo por Vlad, mucho más tenebroso y oscuro, pues ahí se acabó mi paciencia. ¡La chica esa estaba loca!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi nombre es Orlok, ése sí es un verdadero nombre de vampiro.

No seas traviesa, anda.

Beso.

Cruella dijo...

Yo?, traviesa?

No sé con quien me ha confundido, señor anónimo. :-)

Beso.

Anónimo dijo...

No soy anónimo, puesto que me llamo Orlok, ¿no?

Recuerda que en la red todo se sabe, todos los usuarios fluyen y al final todos se meten en todos los sitios.

Beso.

Anónimo dijo...

jajajjaaj....Lo que se hace por amor, pero la verdad Vlad pone más, que Victor
Bicos traviesa...jajjaja
Maria