jueves, 25 de septiembre de 2008

A solas

Ven, tiéndete sobre mí, ¿no lo notas? ¿No notas el vaivén de las olas?, ¿y el grito silencioso?, ¿y el olor a hierba mojada?, ¿y los mosquitos de una noche de verano?.

¿No notas el latir que ruge?, ¿y la brisa?, ¿y una estrella fugaz?, ¿y esa hoja que cae?, ¿y las risas, las carcajadas?.

No, tú lo que notas es el vacío, ése que no tiene nombre, el que me despierta sudorosa y me hace buscar tu cuerpo caliente.

Ése que te llama cada noche a gritos y no me deja dormir. El que inunda mi ser, ese hueco yermo que traspasa mis fronteras y suplica, una y otra vez. Y mil veces más.

Ése en el que no encuentras espacio porque te queda grande, ése que te engatusa para que te instales en él.

Ése que también puede ser ésa, la que corroe, la que invade, la que no debe triunfar. La que cuando se va no echas de menos.

Ven, acaríciame, recórreme en mi vasta extensión, pero no puedes, no debes, quedarte, aquí ya no hay sitio para ti, porque ella llegó primero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno...
Aqui ya subiste el tono Maya, mira que con tu edad esto no se puede permitir...jajaja
bicos
Maria